SEMBRANDO ALGAS, COSECHANDO DESARROLLO

Fredeslinda Flores Zipiran, lleva más de 15 años recolectando algas en las playas de Pacasmayo, y ha visto como en estos últimos tiempos la materia prima que es su sustento diario se ha ido extinguiendo. Ella reconoce que esta depredación se debe al aumento de personas que se dedican a esta actividad y que cosechan las algas informalmente sin respetar su ciclo de crecimiento.
Ella junto a otras señoras, se levantan muy temprano para salir a la playa y soportando el frío del mar recolectan las pocas algas que quedan. Al salir del mar, su rostro trasmite preocupación.
" La cosecha no fue muy buena, en el invierno no hay muchas algas...Es lo que hago para mantener a mi familia, y ahora no se que pasara...", me comenta.

Ella al igual que Guillermo Javier, pescador artesanal de Pacasmayo, también se ha visto afectado por la depredación de las algas, pues ha disminuido la cantidad de los peces que antes encontraba. “Antes sacaba tramboyo, borracho, pintadilla, lisa, chirlo y chita, ahora ya no se encuentran estas especies y la cantidad de la pesca ha bajado. “Ahora tenemos que adentrarnos mas al mar, poniendo en riesgo nuestras vidas, sin saber si tendremos suerte o no en encontrar buena pesca, ya no nos resulta rentable”, manifestó.


En este contexto, para frenar la depredación es que los pescadores y recolectores de algas decidieron unirse y formalizar la Asociación de Recolectores, Procesadores y Acuicultores Artesanales del Puerto de Pacasmayo “Pakatnamú”, con el objetivo de realizar la recolección de manera sostenible y rentable.
Ellos han iniciado una experiencia piloto, la siembra de algas marinas en la Playa el Milagro, que se encuentra ubicada a 15 minutos del puerto de Pacasmayo y que les ha sido concedida por las autoridades de la zona.
Para la siembra de algas han utilizado dos técnicas: La de estacas, que son echas a base de eucalipto en las cuales amarran moños de algas y las plantan en el fondo marino; y la de cuerdas, en las cuales amarran moños de algas cada 30 centímetros y las plantan en la playa sujetas a bolsas de piedras.

“La jornada de siembra se inicia muy temprano, primero recolectamos las algas en Paiján que sirven como semillas. Escojemos las mejores y las traemos hasta la Playa de El Milagro. Luego las mujeres nos encargamos de preparar pequeñas mallas donde depositamos el alga en forma de moños y las amarramos a una soga que luego será dejada en el mar por los buzos. Luego de 45 días recién podemos cosechar”, manifiesta Fredeslinda que continua amarrando los moños de algas.

Ya llegada la noche, recien se terminaron de hacer los moños, y los pescadores se ponen los buzos y entran al mar, no importa ni el frio ni el cansancio, ellos saben que el sacrificio de ahora les traera satisfacciones mas adelante.




La siembra de algas además de prevenir la depredación de los recursos marinos, se convierte en una experiencia nueva en el país, promovida con la asesoria tecnica de la ONG Cedepas Norte y el financiamiento del Fondo Rural Mundial, que no fuera posible sin la participacion de los propios recolectores, que se han dado cuenta que si no se organizan y explotan racionalmente los recursos marinos, se pueden quedar sin el único sustento de vida. Las algas son muy cotizadas en el mercado, pues son utilizadas para la elaboración de fertilizantes, medicinas y cosméticos.

Los recolectores de algas pensaron que la naturaleza siempre les proveeria de algas para vivir, pero los ultimos años su depredación ha echo que desaparezcan ante sus ojos. Ahora con estas innovadoras practicas de siembra podran preservar sus recursos y asegurar su sustento diario.
Como dijo Fredeslinda:"Yo no sabia que se podia sembrar, he estado recolectando tanto tiempo sin dar yo nada ha cambio".
"Que podemos hacer nosotros desde donde estamos, para retribuir en algo la depredacion del lugar donde vivimos"

Publicado porRina_ en 7:50 1 comentarios