SUBE SUBE PIE DERECHO…..AL TRANSPORTE PERUANO
miércoles, 20 de febrero de 2008
¡Sube!¡Sube! ¡Pie derecho! ¡Avance, avance! ¡Al fondo hay sitio! Son frases que diariamente se escuchan al subir a un micro o una combi de transporte público.
Cada día se convierte en una experiencia diferente, si está sin pasajeros tendrás suerte de tener un “buen” asiento y sino tendrás que acomodarte donde haya espacio a veces haciéndote un lugar entre empujones.
Una vez instalado, no es raro que tu viaje lo acompañes con música, dependiendo del estado de animo del chofer, puedes escuchar desde un tema romántico hasta el ultimo hit del grupo chichero de moda. Acaso ¿Es mucho pedir viajar en silencio? Imposible, sino esta la música, están los gritos del cobrador llamando a pasajeros, aunque ni siquiera haya espacio en el micro.
Pero, eso no es todo, continúa el viaje y cuadras mas allá, no faltan las visitas de los “micro vendedores ambulantes”, que han encontrado en los medios de transporte urbano clientes potenciales para su “micro”negocio de venta de caramelos, lapiceros, porta DNI, o los famosos libritos de aprenda ingles fácilmente, o el de frases célebres entre otras chucherías, cuyo costo oscila entre un sol o dos soles. Baratito nomás, y es que: “Un sol no te hará pobre, ni mucho menos me hará rico”. Esta es solo una frase del léxico, bastante posicionado por estos habilidosos comerciantes, que ya es parte de los códigos del lenguaje “vehicular” que los pasajeros manejamos.
Seguimos el viaje, y no falta la visita de los que piden un apoyo, ya sean niños para ayudar a su mama para la comida de sus hermanitos o los que se encuentran en un centro de rehabilitación de drogas o los que más me asustan, aquellos que dicen que dejaron de robar y prefieren pedir limosna, pero claramente puedes percibir que no han dejado esas costumbres, y no hay nada mas intimidante y atemorizante, cuando acerca su brazo para pedirte una propina, y vez las huellas del delito. Uff…Recomendación: Mejor darle una propina, pues nos sabes si te estará esperando cuando bajes del micro.
Ya falta poco para bajar, el micro está súper lleno, miradas, olores, conversaciones, risas y la música, ya son parte del ambiente. Ahora si, agarrando fuerte mi bolso, me abro paso entre la gente, el pedir permiso para pasar ya no es escuchado, así es que a empujones y una que otra sonrisa, logré llegar a la puerta.
- “Baja en la esquina”. Digo algo fuerte, pues sino, me pasan hasta la otra cuadra.
- “Pie derecho, pie derecho”.Me responde el cobrador.
Felizmente llegué sana y salva de esta diaria aventura en el transporte urbano peruano.
Cada día se convierte en una experiencia diferente, si está sin pasajeros tendrás suerte de tener un “buen” asiento y sino tendrás que acomodarte donde haya espacio a veces haciéndote un lugar entre empujones.
Una vez instalado, no es raro que tu viaje lo acompañes con música, dependiendo del estado de animo del chofer, puedes escuchar desde un tema romántico hasta el ultimo hit del grupo chichero de moda. Acaso ¿Es mucho pedir viajar en silencio? Imposible, sino esta la música, están los gritos del cobrador llamando a pasajeros, aunque ni siquiera haya espacio en el micro.
Pero, eso no es todo, continúa el viaje y cuadras mas allá, no faltan las visitas de los “micro vendedores ambulantes”, que han encontrado en los medios de transporte urbano clientes potenciales para su “micro”negocio de venta de caramelos, lapiceros, porta DNI, o los famosos libritos de aprenda ingles fácilmente, o el de frases célebres entre otras chucherías, cuyo costo oscila entre un sol o dos soles. Baratito nomás, y es que: “Un sol no te hará pobre, ni mucho menos me hará rico”. Esta es solo una frase del léxico, bastante posicionado por estos habilidosos comerciantes, que ya es parte de los códigos del lenguaje “vehicular” que los pasajeros manejamos.
Seguimos el viaje, y no falta la visita de los que piden un apoyo, ya sean niños para ayudar a su mama para la comida de sus hermanitos o los que se encuentran en un centro de rehabilitación de drogas o los que más me asustan, aquellos que dicen que dejaron de robar y prefieren pedir limosna, pero claramente puedes percibir que no han dejado esas costumbres, y no hay nada mas intimidante y atemorizante, cuando acerca su brazo para pedirte una propina, y vez las huellas del delito. Uff…Recomendación: Mejor darle una propina, pues nos sabes si te estará esperando cuando bajes del micro.
Ya falta poco para bajar, el micro está súper lleno, miradas, olores, conversaciones, risas y la música, ya son parte del ambiente. Ahora si, agarrando fuerte mi bolso, me abro paso entre la gente, el pedir permiso para pasar ya no es escuchado, así es que a empujones y una que otra sonrisa, logré llegar a la puerta.
- “Baja en la esquina”. Digo algo fuerte, pues sino, me pasan hasta la otra cuadra.
- “Pie derecho, pie derecho”.Me responde el cobrador.
Felizmente llegué sana y salva de esta diaria aventura en el transporte urbano peruano.
Publicado porRina_ en 15:40 1 comentarios
UN POEMA AL TIEMPO
sábado, 9 de febrero de 2008
TIEMPO
Al tiempo no le importa que estes sufriendo
no le importa que estes amando
sigue su camino
sin que nada lo detenga
¡Tiempo!
Detente un minuto
quiero olvidar que sufro
quiero volar sin regreso
quiero soñar despierta
Pero, detente sólo en esos momentos
porque mientras amo
no me escuches
sigue tu camino
que para mi ¡Tiempo!
te haz detenido.
R.G.T
Publicado porRina_ en 14:18 0 comentarios
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